miércoles, 6 de junio de 2012

Carlos Javier Correa Oppenheimer

Carlos Javier Correa Oppenheimer,
producto santaisabelino.

La  histórica selección de Carlos Javier Correa Oppenheimer como el primer pelotero en haber sido escogido en el Sorteo de Agentes Libres (Draft) de las Grandes Ligas tiene connotaciones que se extienden más allá del diamante de juego.

Aunque en sus últimos años como aficionado estuvo matriculado en una escuela privada deportiva especializada para el béisbol la cual le ayudó en su preparación atlética superior, y además de ser reclutado por un programa también privado que se dedica a agrupar a los que consideran el mejor talento insular con miras a firmar al profesionalismo, la verdadera base atlética y de carácter del joven Carlos tuvo lugar en su barrio Velázquez y la comunidad Villa Camarero en su pueblo natal de Santa Isabel.

Sus padres, Carlos Correa y Sandybel Oppenheimer, gente humilde que como muchos en Puerto Rico requieren de múltiples trabajos para proveer el sustento familiar, fueron los responsables directos de inculcarles su amor hacia el deporte y de pertrecharlo de una formación cristiana como mecanismo para hacerle frente a las tentaciones a la que está expuesta nuestra juventud.

Su comunidad, con sus obstáculos y facultades, se encargo de brindarle el escenario necesario para su aprendizaje social y deportivo. Esa misma colectividad fue la que al percatarse de las habilidades de uno de sus hijos, se unió para efectuar actividades como rifas, torneos de softball y otros, con miras de ayudar a la familia en su empeño de adelantar el progreso del joven. El esfuerzo paso de ser de familiar a colectivo.

Todo ese afán, ahínco y determinación exhibida en el caso de Carlos Correa es muestra de que, a pesar de los tiempos difíciles sociales, económicos y morales en los vivimos, se puede echar hacia adelante.

El logro de Carlos y su conjunto ha trascendido de ser uno familiar y comunitario, a uno nacional. Puerto Rico se siente orgulloso de ustedes.

De esta manera, ahora suman dieciocho los prospectos boricuas los que han sido seleccionados en la primera ronda desde que se nos impuso este proceso en el 1990.

Sin embargo, más de la mitad de estos terminaron su formación como pelotero en los Estados Unidos, ya bien sea en escuelas superiores o universidades.

Esta coyuntura evidencia dos circunstancias activas en estado actual del béisbol en Puerto Rico. La primera, que poseemos del potencial humano atlético para descollar en esta industria, y en segundo lugar, que no hemos podido desarrollar una estructura eficaz en los esfuerzos de identificar, seleccionar y desarrollar ese talento joven.

El momento es excepcional para un llamado a las partes involucradas, entiéndase privadas y gubernamental, para la sistematización de un proceso que podría perpetuar el desarrollo superior juvenil en esta disciplina.

miércoles, 30 de mayo de 2012

Reflexión sobre el futuro del béisbol insular

El próximo lunes 4 de junio se llevará a cabo el anual sorteo de agentes libres (draft), en donde se tiene la esperanza que de tres a cuatro puertorriqueños puedan ser seleccionados en rondas altas.

Es de conocimiento general la crisis que estamos pasando en cuanto a peloteros puertorriqueños participando en las Grandes Ligas se refiere. Por eso este sorteo al igual que el grupo de talentosos jóvenes ya firmados pero todavía abriéndose camino en las menores nos dan esperanza de que en un futuro no muy lejano, podremos disfrutar de más de los nuestros a ese nivel.

En nuestra historia deportiva hemos visto como los nuestros se han podido abrir paso al mejor béisbol del mundo a pesar de experimentar circunstancias adversas. Me refiero a guerras y otros conflictos bélicos mundiales, recesiones y segregación racial, por nombrar algunas. Aun así vimos como el país, sus dirigentes deportivos y atletas nacionales se las arreglaron para representarnos dignamente en las mayores.

Ver como un Hiram Bithorn y un Luis Rodríguez Olmo nos representaron dignamente a ese nivel en los años ’40 aun cuando el mundo se encontraba en medio de una guerra. Un Victor Pellot Power, Roberto Clemente y Orlando ‘Peruchín’ Cepeda, entre otros, se abrían paso y brillaban con luz propia en los ’50 con toda y la segregación racial en los Estados Unidos. Estos héroes fueron los que dieron pie al ‘boom’ de grandesligas puertorriqueños de los años ’60 en donde alrededor de 25 de los nuestros debutaron a ese nivel durante esa década.

Para este grupo de deportistas puertorriqueños, al igual que los dirigentes deportivos del momento, hubiera sido fácil rendirse y pregonar discriminación y prejuicio contra ellos, y nadie se hubiera atrevido contrariar este argumento.

Es por eso que el que nosotros hoy en día utilicemos este proceso del draft como el pretexto principal de la escasez de peloteros grandesligas puertorriqueños hasta cierto punto disgusta.

Tuve la dicha de compartir con el legendario Victor Pellot Power, una de las mentes deportivas más brillante que he conocido, ambos ejercíamos funciones como scouts buscando talento insular. Nos contaba él, como siempre tenía que viajar en la parte de atrás de la guagua del equipo, sin poder comer en los mismos restaurantes donde comían sus compañeros, y hasta teniendo el repudio y desprecio de muchos de ellos. Lo difícil y penoso que era el exponer sus habilidades ante una fanaticada y prensa hostil ante los atletas de su raza negra. En medio de estas circunstancias Victor Pellot y todos los que en esa época se abrieron paso por las ligas menores y eventualmente llegaron y triunfaron en las Grandes Ligas para orgullo de todo Puerto Rico. Eso era verdadera discriminación.

El proceso del draft es antipático e intimidante para muchos, pero el querer utilizarlo como argumento para la escasez de los nuestros en el béisbol profesional en general pone al descubierto la falta de inventiva y disposición de los líderes deportivos del momento.

Existen soluciones para enfrentar este proceso, el cual lleva más de 20 años con nosotros, el primer paso es entenderlo. Luego desarrollar una estructura que vaya acorde a los términos y condiciones que este presenta. Nosotros los que estamos envueltos en esta industria, junto a los líderes deportivos del país, somos los responsables de echar hacia adelante la nueva generación de peloteros. Basta ya de excusas, el futuro del béisbol insular depende de esto.

miércoles, 16 de mayo de 2012

Pensando ‘fuera de la caja’


Disfrutando uno de los juegos de Grandes Ligas el pasado fin de semana pude ver con detenimiento al lanzador japonés de los Vigilantes de Texas Yu Darvish y realmente es impresionante la calidad de este atleta. No solamente su habilidad física sino también su sentido de cada una de las situaciones del juego.

Esta parte de su juego me llama la atención tratándose de un jugador extranjero donde relativamente hasta no hace mucho tiempo atrás el béisbol apenas se jugaba en su país.

Las Grandes Ligas ha invertido mucho esfuerzo y dinero en internacionalizar el juego, las razones son obvias, entre ellas es el poder expandir los mercados de cobertura de su producto para beneficiarse económicamente. Esta estrategia les ha proporcionado exorbitantes contratos en derechos de televisión, especialmente en el mercado japonés.

En el 2006 lanzaron hasta ahora su mejor idea en su búsqueda de nuevos clientes a nivel global, el ‘Clásico Mundial de Béisbol’.

Por primera vez el fanático podría disfrutar de una verdadera serie mundial de béisbol donde un total de 16 países para ese entonces estarían presentando a sus mejores peloteros en un mismo torneo.

El próximo torneo a celebrarse incluirá un gran total de 28 países, casi el doble de los equipos que originalmente comenzaron. Estarán participando países que hasta no hace mucho el béisbol era completamente desconocido, tales como; Sudáfrica, España, Alemania, Gran Bretaña, Israel, Francia y hasta la República Checa.

Claro esta que como consecuencia de esto la calidad del torneo desmerece, pero quien hubiera pensado que países como Taiwán y hasta el mismo Australia lograran ubicarse como unos de los principales contendores a participar en este torneo.

Definitivamente la habilidad de las Grandes Ligas de mercadear su juego y de pensar fuera de los perímetros de ‘la caja’, entiéndase de lo tradicional y lo ‘dado por sentado’, los ha ubicado como una de las disciplinas más practicadas y vistas a través del mundo, aunque todavía el fútbol sigue siendo el deporte rey a nivel global.

Esta capacidad y aptitud de renovarse y buscar alternativas es la que deberíamos poner en práctica nosotros acá en Puerto Rico.

Con esta globalización del béisbol se han abierto nuevas opciones para las organizaciones de Grandes Ligas en su búsqueda de contratar prospectos, esto sin duda alguna ha sido una de las razones de gran peso por la disminución de peloteros profesionales puertorriqueños. Países como República Dominicana, Venezuela y México han logrado adaptarse a los tiempos. Aquí todavía, luego de más de 20 años de su inicio, seguimos achacándole culpas al Draft.

Es hora de pensar ‘fuera de la caja’ debemos buscar soluciones que vayan a la par con los tiempos. El mundo del béisbol nos esta pasando por el lado y no nos queremos dar cuenta.

miércoles, 9 de mayo de 2012

Irvin Falú, ejemplo de determinación

¿Qué tienen en común estos peloteros? Bob Feller, Bob Horner, Dave Winfield, Jim Abbott, Pete Incaviglia, John Olerud. Ninguno de ellos tuvo que jugar ni un solo juego en las ligas menores antes de ver acción en las Grandes Ligas. Impresionante, si se toma en consideración que la mayoría de ellos tuvieron extraordinarias carreras profesionales.

Por otro lado esta pasada semana uno de los nuestros tuvo la dicha de recibir el llamado de su organización para hacer su debut en las mayores. No sin antes haber jugado casi 1,000 juegos en las ligas menores y esperar 10 años para lograrlo desde su firma al profesionalismo.

Irving Falú, se paro en la caja de bateo el pasado domingo frente a los Yanquis de Nueva York y en el segundo lanzamiento de su primer turno conectó un batazo que describe a perfección la actitud que siempre ha mantenido durante su carrera; determinación y la agresividad necesaria de seguir avanzando hasta que la oposición no se lo permita. Mientras se tiraba de cabeza en la tercera base, muchos puertorriqueños aplaudimos su gesta junto a su familia.

Proveniente de una familia de deportista, Falú no solo hizo sentir orgullosos a sus allegados sino también a todo Puerto Rico pues su hazaña va mucho más allá del hecho de realizar el sueño de ser un grandesligas; su determinación, coraje y valentía ante los obstáculos es un ejemplo a seguir para todos.

Su actuación llego en buen momento cuando muchos jóvenes prospectos puertorriqueños exhibían sus facultades durante el ‘Torneo de Excelencia’ y otros tantos que se quedaron fuera de esta competencia con iguales y hasta mejores habilidades que los que fueron seleccionados esperan con ansias la oportunidad de ser firmados para el profesionalismo. Todos ellos tienen que preguntarse si están preparados para la odisea que les espera si logran incursionar a este nivel.

No todo es color de rosa en el profesionalismo, se necesita la actitud exhibida por Irving Falú para lograr abrirse paso por las ligas menores. Al igual que él, podría mencionar a Edgar Martínez que estuvo siete años en las menores antes de recibir el llamado. Los once años de Andrés Torres, ahora guardabosque con los Mets de Nueva York, doce para Jesús ‘Motorita’ Feliciano y muchos otros. Tiempos de viajar en autobuses a veces por diez o doce horas, con limitaciones económicas, separados de su familia por meses, muchas veces injustamente relegados a un segundo y tercer plano por sus organizaciones ante los que estos consideran mejores prospectos.

Los pretendientes al profesionalismo deben realizar que al estampar su firma el camino difícil tan solo acaba de comenzar.

Mientras tanto tal y como lo expresó a través de su cuenta ‘Twitter’ Christian Colón, otro de nuestros grandes prospectos en el béisbol organizado; ¡Felicidades Irvin Falú, gran jugador y mejor ser humano!

jueves, 19 de abril de 2012

Yadier es nuestra gran estrella en MLB


Una decena de juegos no cuenta la verdadera calidad o competitividad de los equipos en una larga temporada, pero sí nos da una idea del futuro rendimiento individual de los peloteros durante el transcurso de la misma. Es por eso que debemos sentirnos satisfechos de la forma que han lucido algunos de los nuestros en estas dos primeras semanas de acción en las Grandes Ligas.

Ante la preocupante y penosa noticia de los pocos puertorriqueños que están participando este año en las Mayores, definitivamente nos debe aliviar el que ese reducido grupo esté haciéndose sentir.

El de la actuación más notable, sin duda, es el receptor Yadier Molina quien, junto con Carlos Beltrán, ha contribuido a que los fanáticos de los Cardenales de San Luis poco a poco comiencen a olvidar la ausencia del dominicano Albert Pujols.

Yadier se ha convertido en la pieza angular de la franquicia.
Hemos sido testigos de cómo Yadier, de la misma forma que lo hizo su compatriota Iván Rodríguez, arribó a las Mayores por sus dotes defensivos, pero poco a poco se ha ido convirtiendo en una figura estelar ofensiva de su equipo.

Actualmente, con un promedio de por vida de .274, de continuar la consistencia que ha exhibido en los pasados dos años, podría convertirse en un receptor bidimensional al estilo de los mejores en la historia.

Por alguna razón, el entonces dirigente de los Cardenales y futuro miembro del Salón de la Fama, Tony LaRussa, siempre mostró gran admiración por Yadier. Esto es así porque aquellos que han estado por décadas en el béisbol profesional saben que Yadier luce como un RECEPTOR. Camina, piensa, habla y se comporta como un señor RECEPTOR. Aquellos que hemos podido ver sus ejecutorias somos testigos de su profesionalismo, liderazgo, seriedad y entrega en el juego.

Mucho se comentó sobre la extensión contractual ofrecido por la gerencia de los Cardenales a Yadier. Algunos consideraban que su valor ($75 millones por cinco años) estaba sobrestimado. Incluso, algunos dueños de equipo se expresaron públicamente criticando la acción de la gerencia de San Luis.

Nada más lejos de la realidad. Los Cardenales sabían lo que hacían cuando lo ficharon por cinco años y $75 millones. Cuatro Guantes de Oro en los últimos seis años, tres selecciones al Juego de Estrellas, dos Series Mundiales y, lo más impresionante, todavía no ha alcanzado los 30 años.

El que San Luis se encuentre liderando desde el comienzo su división se debe en gran medida a Yadier. Y aunque la temporada es joven, este equipo, a diferencia de otros, es un contendiente genuino al campeonato.

Los puertorriqueños debemos sentirnos tranquilos que la tradición de receptores boricuas estelares en las Grandes Ligas seguirá bien representada, aun con el retiro de Posada y la ausencia de “Pudge”. Y todo gracias a Yadier...

domingo, 15 de abril de 2012

La bendición de la Agencia Libre


En el 1970 el guardabosque Curt Flood fue cambiado de los Cardenales de San Luis a los Filis de Fialdelfia. El pelotero decidió retar la transacción no reportándose a su nuevo equipo. Flood sostuvo que la entonces ‘Clausula de reserva’ era ilegal. Por medio de esta clausula los equipos tenían el derecho sobre sus jugadores aun con la expiración de los contratos. Los peloteros seguían siendo ‘propiedad’ de los equipos hasta que estos decidieran cambiarlos o dejarlos en libertad.

Este caso llegó hasta la Corte Suprema, la cual falló en contra del jugador.

Sin embargo la acción de Curt Flood inicio un movimiento en contra de la ‘Clausula de reserva’ y eventualmente en el 1975 el juez Pete Dietz declaró agentes libres a los lanzadores Andy Messersmith y Dave McNally, desde entonces la industria del béisbol a nivel de Grandes Ligas no ha sido la misma.

Los megacontratos ofrecidos a peloteros en la agencia libre el pasado invierno al igual que los anunciados durante las dos últimas semanas son producto de la acción de Flood.

Durante el 2012 catorce peloteros estarán ganando $20 millones o más por temporada. Para el 2013 esa cantidad aumentara a 19 peloteros y en un futuro cercano llegará a 26 los afortunados.

El renombrado economista Andrew Zimbalist dijo una vez: ‘la Major League debería comenzar una política de pruebas de dopaje para los dueños’, esto en referencia a la extravagancia salarial.

Sin embargo toda esta bonanza es posible no tan solo a la agencia libre sino también a los acuerdos de televisión logrados por los equipos y a los cambios efectuados en el último convenio colectivo.

Mientras, en las ligas menores los salarios de estos profesionales son de miseria.

En contraste con el salario mínimo en Grandes Ligas de $480,000 anuales la escala salarial mensual en las menores es la siguiente: Triple A, $2,250; Doble A, $1650; Clase A, $1,150; jugadores de primer año, $950.

Mientras para los peloteros en las academias en Republica Dominicana y Venezuela fluctúan entre $300 y $500 mensuales.

Los peloteros de Grandes Ligas al igual que la Asociación de Peloteros siempre han tenido la prerrogativa de incluir a los ligasmenores en los beneficios que alcanzan mediante convenio colectivo con los dueños de equipo y nunca lo han hecho. Al contrario, se han dado casos que los utilizan como instrumento de negociación para beneficiarse.

Esperemos que pronto aparezca un equivalente a Curt Flood a este nivel para que se le haga justicia a estos jóvenes.

jueves, 5 de abril de 2012

Cuerpo sano en mente sana

Por años, las organizaciones de Grandes Ligas concentraban la preparación de sus prospectos exclusivamente en actividades en el terreno de juego. El desarrollo físico del atleta, al igual que las destrezas mecánicas en cada área individual del juego, se consideraba la parte esencial en el empeño de maximizar las habilidades. Este entrenamiento tradicional del pelotero profesional ha experimentado una transformación en el último lustro.

La máxima cita que dice ‘cuerpo sano en mente sana’, se ha llevado a otro nivel en el béisbol profesional. Se han desarrollado estructuras de trabajo en las organizaciones que llevan nombres tales como el Departamento Cultural, Departamento de Desarrollo Mental y Emocional, Departamento de Evaluación Psicológica, entre otras.

La industria del béisbol profesional ha reconocido la importancia del desarrollo mental y emocional del atleta como parte fundamental para conseguir maximizar las habilidades de sus miembros. Han reconocido la importancia de esta área del INDIVIDUO para poder mejorar al ATLETA.

Aunque por años se ha mencionado su importancia, el que una industria privada como Major League Baseball tome la determinación de invertir millones en este asunto es prueba convincente de los resultados positivos de su práctica.

Inclusive, la estabilidad mental y emocional del atleta se toma bien en serio al momento de invertir millones en contratos multianuales. Se conocen casos de organizaciones que han tomado la determinación de cambiar o simplemente no renovar los contratos de peloteros previniendo deterioros emocionales del individuo.

Estos programas que vienen llevándose a cabo presentan métodos sistemáticos que desarrollan la fortaleza mental del atleta hacia el juego. Les enseñan a utilizar los pensamientos, emociones y acciones cotidianas de manera tal que mejoran su desarrollo como persona, lo cual le ayudará a lidiar con situaciones incómodas y frustrantes durante su carrera.

No crean ni por un momento que las organizaciones de Grandes Ligas se han convertido, de la noche a la mañana, en entes con fines filantrópicos. Los equipos se han dado cuenta de que, si el pelotero aprende a tomar control de su carrera profesional y de su vida privada, esto redundará en beneficio para la organización.

Independientemente de las razones por las cuales las organizaciones han decidido tomar este curso de acción, es un hecho que el área psicológica y emocional del atleta es importante en su desempeño.

Aquí en Puerto Rico, el Departamento de Recreación y Deportes ha invertido tiempo y dinero en programas que buscan la masificación del aprendizaje para el desarrollo del carácter de nuestros jóvenes. Es tiempo de que tanto las organizaciones, equipos, padres, entrenadores y atletas comiencen a prestarle atención a lo que se enseña en estos talleres. Ese aspecto del individuo es de suma importancia para el desarrollo de atletas y, más importante, aún para el desarrollo de ciudadanos con mente sana.

jueves, 15 de marzo de 2012

Razón antes que pasión


El béisbol se encuentra en una etapa de transformación a niveles gerenciales. Esa nueva generación de administradores es la que muchas veces deja a los fanáticos tradicionales buscando argumentos para validar algunas de sus movidas.

¿Por qué pagarle más de $250 millones a un solo pelotero?, ¿por qué pagar más de $100 millones por un lanzador que todavía no ha realizado ni un lanzamiento en Grandes Ligas?, ¿$36 millones por un prospecto que se cree tener 27 años y todavía no ha conectado ni un hit a nivel profesional? Éstas y muchas otras decisiones son las que confunden, incluso a aquellos de nosotros que somos parte de la industria.

Personas con conocimientos de técnicas gerenciales que serían más apropiadas en las oficinas del mercado de valores en Nueva York, de análisis cuantitativo, estadísticas y otros métodos financieros, son los que poco a poco se han ido apropiando de los puestos gerenciales de las Grandes Ligas, llevando a un segundo plano la tradicional cultura instuitiva de sus directivos.

Muchos creen que el arquitecto de toda esta nueva revolución es el ahora famoso Billy Beane, gerente de los Atléticos de Oakland y figura principal del libro titulado Moneyball, eventualmente convertido en película. En realidad, Beane fue sólo un instrumento utilizado para demostrar una filosofía que llevaba ya más de 20 años de existencia y que fue creada por Bill James. Este señor después de graduarse de la Universidad de Kansas con un bachillerato en economía, puso a funcionar esos conocimientos académicos y comenzó a analizar el béisbol desde una perspectiva radicalmente diferente a la establecida.

Él pensaba que la información tradicional no presentaba un cuadro verdadero de las actuaciones de los jugadores sobre el terreno. El promedio de carreras limpias de los lanzadores, el promedio de bateo, las carreras impulsadas y anotadas fueron pasando a un segundo plano en importancia y términos como valor de jugadores de reemplazo y promedio de embasamiento, entre otros, comenzaron a utilizarse para determinar el valor real de los peloteros.

En 1977 James publicó su libro Bill James Baseball Abstract y comenzó a ganar muchos adeptos, especialmente de fanáticos que, aunque no habían jugado activamente la disciplina, sí tenían una preparación académica, especialmente relacionada con estadísticas y otros aspectos cuantitativos. A esta descripción del juego por medio de números se le llamó sabermetrics, término derivado de la Society for American Baseball Research, organización que estudia objetivamente la actividad dentro del terreno de juego.

Poco a poco, estos métodos fueron ganando adeptos hasta que algunos de sus propulsores llegaron a las oficinas centrales de las organizaciones. Los Atléticos fueron los pioneros, luego otras organizaciones comenzaron a contratar personas con este perfil como lo hicieron los Medias Rojas de Boston con Theo Epstein, quien, a su vez, buscó los servicios de James.

De hecho, el campeonato obtenido por los Medias Rojas en el 2004, su primero en 86 años, fue el catalítico de esta tendencia.

Los Rays de Tampa Bay y los Vigilantes Texas contrataron a sus respectivos fenómenos Andrew Friedman y Jon Daniels, uno inversionista de Wall Street, el otro graduado de economía de la Universidad de Cornell. Ambos de 28 años de edad, sin ninguna experiencia previa en el terreno de juego y ambas organizaciones mejorando sus actuaciones con el tiempo.

Este prototipo de ejecutivo ha ido escalando posiciones gerenciales como es el caso de Alex Anthopoulous en Toronto, Jed Hoyer en San Diego y Chris Antonetti en Cleveland.

La Generación Y de ejecutivos seguirá en aumento en años por venir. Nosotros, los fanáticos, tendremos entonces que comenzar a adaptarnos a un nuevo tipo de juego que, aunque parece el mismo, en sus altas esferas no lo es. En donde la razón se antepone sobre la pasión.

miércoles, 7 de marzo de 2012

Lo único consistente es el cambio


Transformación es lo constante en las Grandes Ligas. Como consecuencia del nuevo convenio colectivo la MLB y cada uno de sus equipos han tenido que realizar ajustes en la forma de operar su negocio para ser competitivo y rentable a la misma vez.

Para esta temporada 2012 acaban de aprobar un formato que clasificaría a 10 equipos en vez de 8 para la postemporada. Aun con este aumento el béisbol se mantiene con el menor número de equipos que clasifican para la postemporada entre las mayores cuatro disciplina profesionales en Estados Unidos. En el baloncesto y futbol clasifican 16 de 30 y en el Hockey 12 de 32.

Bajo esta nueva configuración en donde una tercera parte del total de los equipos participantes clasifican para la postemporada se podría dar el caso de que un equipo que termine tercero en su división tendría la oportunidad de proclamarse ganador de la Serie Mundial.

Para el 2013 la MLB estaría nivelando a 15 la cantidad de equipos en cada liga. Al transferir a los Astros de Houston de la Liga Nacional a la Americana los juegos interligas serán constantes por toda la temporada. Este formato será bien atractivo para el fanático ya que tendrán la oportunidad de ver jugar en su ciudad a los mejores peloteros de ambas ligas.

Llegando el 2014 con mucha probabilidad se implantará entonces el tan mencionado y esperado Sorteo (Draft) Mundial. El comité establecido a fines del pasado año determinará la forma y manera en la cual se seleccionarán los peloteros a firmar alrededor del mundo entero.

Es interesante ver como una industria que ve un aumento anual en la taquilla al igual que en otras fuentes de ingresos no se conforma ni permanece estática en sus esfuerzos por maximizar sus ganancias.

Incluso los opulentos Yanquis de Nueva York han anunciado que debido a las restricciones de nomina del nuevo convenio colectivo estarán ajustando su presupuesto a tan ‘solo’ $189 millones dentro de un par años.

Modificaciones, ajustes, transformaciones es la orden del día. Lo único consistente en esta industria es el cambio.

Por otro lado nosotros acá en Puerto Rico estamos renuentes al cambio en este aspecto. El béisbol isleño en general necesita una transformación. Desde la forma y manera en la que desarrollamos a nuestros juveniles hasta la operación de la liga de béisbol profesional, que dicho sea de paso este último no se corrige con un simple cambio de presidencia.

Aunque en los dos últimos años han surgido jóvenes prospectos puertorriqueños que nos hacen sentir optimistas ante el futuro, todavía queda mucho trabajo por hacer. Tenemos que reformar el sistema o su inutilidad será consistente.

jueves, 23 de febrero de 2012

El camino a las Grandes Ligas

Con los campos de entrenamiento comienza la búsqueda de los 750 atletas que serán incluidos en los 30 rosters de los equipos de Grandes Ligas para el inicio de la temporada 2012.

Para estos jugadores el camino a las Grandes Ligas comenzó al firmar al profesionalismo e iniciar su desarrollo en el sistema de ligas menores. Algunos tardan más tiempo que otros en pulir sus habilidades en las menores antes de recibir la oportunidad de probar su calidad al nivel más alto. El promedio de años que invierten los peloteros en las menores antes de llegar a las Grandes Ligas es de cuatro años. Algunos se podrían tardar más. Sin embargo, la gran mayoría de los que firman al profesionalismo no llegan ni cerca de ese nivel. Esa es la parte que quiero explicar.

Muchos han oído mencionar las ligas menores pero muy pocos entienden este sistema, cómo funciona, su importancia y consecuencias.

Las Ligas Menores son como un laboratorio en donde las organizaciones desarrollan a sus prospectos, pero a la misma vez sirve como ‘filtro’ en donde van descartando a los que consideran no tienen lo necesario.

Cada organización de Grandes Ligas mantiene unos 6 a 7 equipos en su sistema de ligas menores. Antes de llegar al equipo ‘grande’ los recién firmados tienen que pasar por estas diferentes clasificaciones.

Comienzan en la Liga de Novatos y Novatos Avanzada. Luego pasan al nivel de Clase A, la cual a su vez se subdivide en tres niveles; Clase A Corta, Media y Avanzada. Siendo los niveles más altos la Doble A y Triple A.

Explicaré a continuación las probabilidades reales de convertirse en grandesligas de los jóvenes que firman al profesionalismo. Para efectos de esta presentación utilizaré estadísticas de las últimas dos décadas.

Anualmente firman al profesionalismo un promedio de 1,500 prospectos. Esta cantidad incluye a prospectos de países como Estados Unidos, Canadá, Puerto Rico, Japón, Australia, entre otros. Aquí no incluyo a los jóvenes dominicanos, pues este es un fenómeno separado.

De ese total que entra al sistema de ligas menores anualmente unos 1,100 jugadores no logran jugar más allá de la Clase A Avanzada. O sea, tan solo 400 juegan en Doble A. De estos, 200 pasan a Triple A y eventualmente solamente 90 son los agraciados en poder jugar en las Grandes Ligas.

En resumen, apenas un raquítico 6% (90 jugadores de 1,500 que firman al profesionalismo) logran ver sus sueños realizados.

No es mi intención desanimar o intimidar a aquellos que aspiran a jugar en las Grandes Ligas, por el contrario, considero que necesitan de esta información para que realicen lo difícil que es el camino.

Es por esto que los jóvenes deben prepararse y crear opciones viables que puedan utilizar de no funcionar su plan principal de ser jugadores grandesligas.

Aquí estriba la importancia de conseguir una educación. Al mismo tiempo que se preparan académicamente pueden desarrollar sus habilidades para el juego y alcanzar una madurez física, emocional y síquica antes de entrar al profesionalismo. De esta forma no solo aumentarían sus posibilidades de llegar a Grandes Ligas sino que también estarían creando alternativas provechosas para su futuro.

Así esto, los padres y entrenadores comunales deben concentrarse en desarrollar jóvenes con una base educativa y con carácter saludable. Después de todo el 100% de ellos tienen que vivir en sociedad.

jueves, 9 de febrero de 2012

Señales de humo

El béisbol es un negocio y como tal lo han tratado siempre los ejecutivos de la Major League Baseball. Esta industria billonaria ha visto su valor aumentar de forma extravagante en las pasadas dos décadas. Si tengo que señalar el elemento catalizador más importante en toda esta bonanza financiera ha sido la habilidad de hacer cambios y ajustarse a los tiempos de este organismo.

Innovaciones son la orden del día a nivel de Grandes Ligas tales como la del bateador designado en la Liga Americana desde el 1973 hasta la más reciente, la utilización de cámaras de video por parte de los árbitros para decidir jugadas.

Esta pasada mal llamada temporada ‘muerta’ ha sido una de las más activas de las últimas décadas. Aunque la mayoría de los cambios acordados no se pondrán en efecto hasta comenzada la temporada 2013 indudablemente las transformaciones tanto estructural como operacional del béisbol de Grandes Ligas tendrán un gran efecto a nivel mundial en este deporte.

Los países orientales ya hace tiempo hicieron los ajustes a estos cambios en cuanto a lo que ellos conciernen. Los dos campeonatos consecutivos en el ‘Clásico Mundial de Béisbol’ (2006, 2009) por el equipo de Japón es un ejemplo de esto. La reciente firma del lanzador japonés Yu Darvish por más de $100 millones para el equipo de Texas es otra evidencia.

Otros países como la República Dominicana, para bien o para mal, se han mantenido muy activos ofreciendo resistencia a todo cambio que afecte el desarrollo y la forma de hacer negocios en el béisbol local.

Incluso el gobierno venezolano calladamente se ha involucrado de lleno en el desarrollo del béisbol en ese país.

Sin embargo en Puerto Rico no hemos podido hacer los ajustes necesarios a los cambios fundamentales en la industria. Todos saben del estado económico, funcional y estructural a nivel profesional isleño de esta disciplina. No quiero hacer leña del árbol caído.

El desarrollo de nuestros jóvenes aficionados también amerita la atención de las autoridades si se tiene la voluntad real de salvar este deporte que tanto reconocimiento internacional le ha dado a Puerto Rico.

Aunque el estado actual es preocupante, el futuro no es muy halagador si continuamos en nuestra inercia colectiva en este asunto.

Los cambios que se avecinan a raíz de lo acordado en el nuevo convenio colectivo entre la MLB y la asociación de peloteros que rige del 2012 hasta el 2016 no tan solo tendrán efectos inmediatos a nivel de Grandes Ligas sino también a nivel mundial y local.

Se avecina un draft mundial el cual de aplicarse tal y como se ha propuesto sería el golpe mortal si no actuamos ahora.

La MLB es una industria privada y como tal se esta comportando, siempre buscando maximizar las ganancias de sus miembros. Ya es tiempo que dejemos de estar viendo a esta entidad como nuestros asociados en este asunto porque de su parte lo dejaron de ser hace ya bastante tiempo. Basta echarle un vistazo a las series del caribe donde la ausencia de jugadores de renombres que atraen a los fanáticos es el producto de la desatención de esta organización hacia la Confederación de Béisbol del Caribe.

Necesitamos atender este asunto, buscando iniciativas locales. Si queremos ver el renacer del béisbol en Puerto Rico tenemos que empezar cortando el cordón umbilical con la MLB y desarrollar una relación empresarial con ellos.

Tenemos dos años para hacer los ajustes. La MLB nos está enviando señales de humo ahora nos toca a nosotros el poder leer el mensaje.

miércoles, 1 de febrero de 2012

Moneyball y Puerto Rico


En el 2003 Michael Lewis publicó el libro titulado ‘Moneyball: el arte de ganar un juego injusto’. En el 2011 Hollywood dramatizó y llevó a los cines esta historia donde el equipo de béisbol de Grandes Ligas, los Atléticos de Oakland, a través de su gerente general Billy Beane reinventa la forma y manera de adquirir y desarrollar los prospectos para su organización.

Realizando que su organización de bajo presupuesto estaba compitiendo de una manera desbalanceada con los equipos de mercado grande con más recursos humanos y de infraestructura Beane estructuró un sistema para identificar, adquirir y desarrollar los prospectos desde que estaban estos en escuela superior y universidades hasta que llegaban al equipo grande.

Por medio de sofisticadas formulas estadísticas basadas en récords, porcentajes y promedios han logrado mantener por muchos años la franquicia competitiva.

Al momento de implantar esta nueva filosofía que se consideraba revolucionaria en una industria donde el jugar y tomar decisiones ‘por el libro’ eran la orden del día, los Atléticos de Oakland eran el hazmerreír de las demás organizaciones.

Con el tiempo comenzaron a salir de sus filas jugadores de gran calidad de la talla de Jason Giambi, Tim Hudson, Johnny Damon, Barry Zito y muchos otros.

Mientras los Atléticos de Oakland continuaban año tras año entre los líderes divisionales aun siendo un equipo de mercado pequeño y de bajo presupuesto.

Llegado este punto ya las estrategias de su gerente general Billy Beane dejaron de causarle gracia a las demás organizaciones.

Traigo a colación la historia del libro y película ‘Moneyball’ por el simple hecho de que Puerto Rico ha visto su cantidad y calidad de peloteros grandesligas disminuir de forma desesperante y veo una analogía entre las dos situaciones.

Son muchos los entendidos en la materia que consideran que los prospectos puertorriqueños se encuentran desventajados en comparación con los jóvenes desarrollados en los Estados Unidos y Canadá con la imposición en 1989 del Draft en la isla.

Al no tener nuestras escuelas superiores y universidades un torneo organizado de béisbol donde los jóvenes puedan competir y desarrollarse al igual que en los países norteamericanos dependen estos casi exclusivamente de los torneos tradicionales donde tan solo juegan un día a la semana.

Sin embargo han pasado ya 22 sorteos desde el 1989 hasta el presente y todavía no hemos podido hacer los ajustes necesarios para subsanar la llamada desventaja.

Nosotros los que estamos de lleno en el béisbol organizado o que tenemos la encomienda de desarrollar el deporte isleño tenemos que unir esfuerzos para reinventar la forma y manera de desarrollar a nuestros jóvenes. Los métodos tradicionales ya pasaron a la historia. Se necesitan nuevas estrategias y filosofías de desarrollo.

Tenemos los recursos para lograrlo, se necesita la voluntad de hacerlo. Los invito a que desarrollemos el ‘arte de ganar un juego injusto’.

sábado, 28 de enero de 2012

¿Cómo lograr el desarrollo máximo de cada jugador?


He tenido la oportunidad de dirigir béisbol profesional en todos los niveles menos en Doble A donde fui el instructor de bateo. Las situaciones con las que se tiene que enfrentar el dirigente a cada nivel son diferentes y variadas con tal de poder desarrollar al pelotero y a la misma vez crear y fortalecer la ‘química’ o relaciones del equipo.

Aparte de la diferencia en fortaleza física del pelotero esta también la síquica y de personalidad. Enumerar cada una de estas diferencias sería un ejercicio tedioso y vano ya que cada situación es única.

Sin embargo esta es una de las preguntas que me hacen con más frecuencia tanto en Puerto Rico como en Estados Unidos; ¿Cómo haces para lograr el desarrollo máximo de cada jugador?

Esta es una pregunta básica y a la misma vez complicada ya que como dije cada situación con cada equipo y pelotero es diferente. Si tengo que resumir mi estrategia diría que la mejor forma para lograr maximizar las habilidades de cada pelotero es ganando su confianza.

Como dirigente si logras que el pelotero confíe en que quieres lo mejor para él ya tienes tres cuartas partes de la batalla gana.
Pues bien, ¿como lograr que ese pelotero desconocido hasta el momento confíe en ti?

Demuéstrale que te interesa su bienestar no solo como pelotero sino también como persona, como ser humano.

Se me hace difícil ver a compañeros dirigentes a cargo de equipos y peloteros que no conocen ni lo más básico de sus vidas.

Al nivel aficionado en las ligas infantiles y juveniles debe aplicar la misma filosofía. Deben conocer a cada uno de sus peloteros.
Preguntas como; ¿Dónde vives?, ¿Cuántos hermanos(as) tienes?, ¿en que escuela estas?, ¿Cómo vas en las clases?, ¿Qué quisieras estudiar cuando de gradúes?, ¿has tenido tiempo para practicar?, ¿Cuáles son tus pasatiempos?, etcétera.

Esta línea de preguntas te ayudará ha conocer mejor a tus peloteros y lo más seguro lograras entender algunas de las deficiencias que presenta en su juego; tales como la falta de concentración; cansancio físico o mental; desmotivación; indisciplina, debilidad física; descoordinación; etcétera.

Conoce a tus peloteros. Estructura una serie de preguntas básicas las cuales te darán una idea de como te vas dirigir a esa PERSONA. Créanme se ganarán la confianza de sus peloteros al ellos realizar de que el dirigente le importa lo que le sucede dentro y fuera del terreno de juego.

miércoles, 18 de enero de 2012

El aspecto mental del juego


Mucha información circula y esta disponible referente al mejoramiento de la mecánica del bateo, de lanzadores, del fildeo y otras facetas del juego de béisbol para aquellos que pretenden hacer de esta disciplina su medio de salir adelante.

Sin embargo es muy poco lo que se habla o se conoce del aspecto mental del juego y del carácter necesario para poder desempeñarse efectivamente a niveles más altos.

Mientras más alto el nivel de juego en el cual se participa más importante se convierte el conocimiento que se tenga del aspecto mental del juego y el desarrollo de carácter.

Para muchos esto suena nuevo pero nada más lejos de la verdad.

En 1868 Henry Chadwick, escritor reconocido por muchos como el padre del béisbol, apuntaba a la importancia de la fortaleza mental de los jugadores de béisbol como el factor que separaba a los jugadores sobresalientes de los promedios y a los promedios de los mediocres.

En 1920 Ty Cobb, uno de los más destacados jugadores de Grandes Ligas de todos los tiempos decía, ‘lo que esta por encima de los hombros del jugador es más importante de lo que esta debajo’.

Yogi Berra, receptor de los Yanquis de Nueva York para la década de los ’50 y miembro del Salón de la Fama, decía su celebre frase, ‘el 90% del juego es la mitad mental’.

En el 2005 Albert Pujols comentaba, ‘me he entrenado para pensar que puedo batearle a cualquier lanzador, he aprendido a bloquear el miedo y otras distracciones’

1868, 1920, la década de los ’50 y 2005 es evidente que a través de los tiempos los atletas y personalidades destacadas identifican elementos como la fortaleza mental y desarrollo de carácter del jugador como el factor más importante para conseguir el éxito.

Aun así hoy en día ya en el 2012 todavía los entrenadores y organizaciones de béisbol se concentran erróneamente en enseñar a desarrollar exclusivamente las habilidades físicas del atleta. Dejando atrás el desarrollo mental y de carácter del individuo sin saber o querer reconocer que el desarrollo de este aspecto del ser lo lleva a elevar el nivel de su juego en el terreno permitiéndole manifestar sus habilidades físicas sin limitaciones sicológicas.

Este aspecto del individuo se podría reflejar en la forma y manera que reacciona a situaciones cotidianas en su vida social.

Elementos tan necesarios dentro y fuera del terreno como la tolerancia, determinación, valor, responsabilidad, civismo, compromiso se podrían desarrollar a temprana edad utilizando el béisbol como instrumento.

Es por esto que tanto como los entrenadores, padres, jugadores y todas otras organizaciones que se dedican al desarrollo de los jóvenes atletas deben seguir invirtiendo tiempo y recursos para este aspecto clave del individuo.

Tanto las habilidades físicas como las mentales y de carácter se pueden desarrollar y mejorar de la misma forma y manera, por medio del entrenamiento ordenado de las mismas. Se pueden trabajar ambas a la misma vez pues no son excluyentes. Al contrario las deficiencias de una se podrían corregir por medio de la otra.

Muchos atletas al igual que individuos particulares han tenido que aprender el aspecto mental de su disciplina de la forma más difícil, lenta y dolorosa, por medio de sus ‘experiencias’.

Es por esto que debemos ponerle énfasis a los programas de desarrollo que existen para este motivo y seguir creando conciencia de la importancia de los mismos.

La fortaleza mental y de carácter que el joven desarrolle en su liga en particular lo llevará a poder desarrollar sus habilidades físicas al máximo, lo cual debe ser la gran meta de cualquier individuo independientemente el área en la cual se desempeña. Esas cualidades las podrá entonces aplicar por igual en su diario vivir en sociedad.

Busquen información, lean, tienen que motivarse a aprender, no limiten sus habilidades y potencial de llegar a ser lo mejor que puedan lograr ser. Tenemos que educarnos.

viernes, 13 de enero de 2012

La cultura de la trampa

En esta oportunidad quiero compartir con ustedes dos interesantes lecturas que van a la par con los tiempos que se están viviendo en el béisbol de Grandes Ligas: The Cheating Culture y Baseball and Billions.

La primera titulada The Cheating Culture, en español La Cultura de la trampa, expone uno de los defectos más antiguos de la humanidad: la trampa.

Presenta el autor el hecho de que la trampa es tan vieja como la historia de la humanidad.

En la antigua Grecia, por ejemplo, durante las Olimpiadas, los atletas eran multados por mentir sobre su condición de aficionado o había jueces “comprados”, etc. Se utilizaba ese dinero de las multas para erigir estatuas a “Zeus”. Eso explica la gran cantidad de estas estatuas.

No es mi intención, en lo más mínimo, aceptar la trampa como parte del comportamiento humano y mucho menos la inmoralidad, venga de quien venga.

Debe ser condenada y todos aquellos, de ser hallados culpables,deben pagar por las consecuencias.

Pero engañar al pueblo tildándose de puritanos y moralistas, este grupo de escritores deportivos que fungen de votantes para el Salón de la Fama realmente da lastima cuando tratan de explicar por qué tal o cual jugador no fue elegido o fue eliminado de futuras papeletas debido a su relación con las sustancias controladas.

Todavía nadie ha inventado algo que el jugador pueda oler, beber, inyectarse o frotarse y que le permita conectar 500 cuadrangulares o que batee 3,000 hits.

El “Rey del Jonrón”, Babe Ruth, no solamente fue un alcohólico en tiempos de la prohibición, sino que también jugó en una época en la que a los atletas negros no se les permitía jugar en las Grandes Ligas.

Documentación abrumadora existe evidenciando la calidad de lanzadores de la raza negra que no pudieron hacerle frente a Ruth.

Él debe estar en el Salón de la Fama, junto con sus circunstancias. Especular que quizás no hubiera bateado tantos jonrones si se hubiera enfrentado a estos lanzadores negros sería irresponsable. No obstante, fue seleccionado.

Será muy interesante ver cómo se comportan los escritores en sus votaciones en los próximos tres años cuando tengan que evaluar las ejecutorias de un Barry Bonds o Roger Clemens.

Estoy seguro de que, llegado el momento, no les temblará el pulso y en el nombre de la integridad y el carácter, seguirán manteniendo fuera a todos los que ellos consideren que utilizaron esteroides. Llegado el momento, también seguirán truqueando en sus contribuciones y votando por presidentes que, en el nombre de la seguridad, nacional comienzan guerras con sus mentiras.

El segundo libro, Baseball and Billions, trata sobre la parte financiera del juego. En este libro aprendemos la importancia para los millonarios dueños de equipo de palabras como “costo-efectivo”, y “depreciación” (de jugadores), además de modalidades como la de construcción de parques nuevos con el dinero de los contribuyentes y las ganancias para los dueños.

Estos señores siguen manteniendo sus equipos en un estado de 'sobrevivencia' con el menor presupuesto posible y manteniendo el valor de la organización con la idea de que algún día se puedan pegar en la ‘lotería’ con un parque nuevo.

Mientras esto sucede, los fanáticos tienen que conformarse con un equipo lleno de jugadores suplentes.

Por esta razón me gusta ver organizaciones como Boston, Nueva York y otras que, aunque de seguro sus dueños se vuelven cada año más ricos, les dan a sus fanáticos la oportunidad cada año de llegar hasta el final.

Para terminar, dice este libro que los números que los equipos presentan a final de año pueden hacer que $7 millones de ganancias puedan reflejarse como $2 millones en pérdidas y ninguna firma de contabilidad en el mundo puede decir lo contrario.

Interesante contraste de integridad y carácter que presentan estos dos escritos. Se los recomiendo. Mientras tanto, deben seguir haciendo estatuas.

miércoles, 4 de enero de 2012

El Salón de la Fama


En unos cuantos días la clase 2012 de los nuevos integrantes del Salón de la Fama del béisbol se dará a conocer. Se espera que solo Barry Larkin, campocorto de los Rojos de Cincinnati, sea el único elegido para este año.

El Salón de la Fama nuevamente le estará negando la entrada a muchos de los beisbolistas más destacados de su época en favor a lo que llaman la integridad del juego. Veamos un poco más allá este asunto.

Primero quiero explicar brevemente quienes son los protagonistas principales de este proceso.

Comienzo con los directores del Salón de la Fama (HOF), incluyendo a su Presidente Jeff Idelson que recientemente estuvo en Puerto Rico realizando una gran gesta al traer hasta suelo boricua las placas de nuestros inmortales, Roberto Clemente, Orlando Cepeda, Roberto Alomar y del cubano Atanasio ‘Tany’ Pérez.

El HOF confía plenamente en la integridad de sus votantes y simplemente abre sus puertas a los escogidos por este grupo. En este caso los votantes son la Asociación de Escritores de Béisbol de América, la BBWAA por sus siglas en inglés. Esta asociación cuenta con 581 miembros. La disyuntiva estriba en que al no existir unas pautas y criterios pre-establecidos de cómo elegir a los candidatos existen entonces 581 estándares y prerrogativas para esto.

Algunos de estos escritores utilizan elementos como moral e integridad para ejercer su voto, otros estadísticas frías o simplemente el impacto de los candidatos en determinado tiempo y espacio independientemente de sus circunstancias.

En adición a la BBWAA también pueden elegir a peloteros al HOF algunos comités como el de Comité de Reseña Histórica (Veteranos), Comité de la Era Dorada, Comité de la Era de Expansión, y el nuevo comité que se reunirá por primera vez en el 2012, el Comité de la Era de Pre-Integración.

Lo que quiero presentar aquí es la diversidad de elementos y juicios que se utilizan para evaluar a los candidatos. Esta variedad de opiniones en la elección y que no pocas veces los lleva a estar prejuiciados es lo que le quita algo de transparencia al proceso. Les invito a que busquen cuantos peloteros están incluidos en el HOF con números muy inferiores a los que todavía están esperando o que tuvieron que esperar injustamente tantos años para su incursión.

Para presentar una muestra de los criterios utilizados por uno de sus votantes se dice que se negaba a seleccionar al ahora integrante del HOF Willie McCovey por el simple hecho de que cada vez que hablaba con él este miraba hacia abajo. Otros elementos que todavía se utilizan es la candidez del pelotero en otorgar entrevistas. ¿No se supone que la selección se base en estadísticas, números y desempeño en el terreno de juego?

La BBWAA se ha convertido erróneamente en acusador y juez a la misma vez. En su ciego empeño de determinar quienes utilizaron o no sustancias para mejorar su desempeño puede que terminen haciéndole un daño al organismo en vez de un bien. ¿Quién quita que te aquí a 10 años se revele que 5 o 10 ahora integrantes del HOF utilizaron sustancias controladas? Recuerden que el recién seleccionado ‘Jugador Más Valioso’ de la Liga Nacional en el 2011, Ryan Braun, enfrenta ahora una posible suspensión de 50 partidos comenzando la temporada 2012 por el uso de esteroides. ¿Saben quien selecciona al JMV?, adivinaron, la Asociación de Escritores de Béisbol de América (BBWAA). Esto demuestra que la era de los esteroides no ha terminado.

Esta actitud de estos señores ya tiene precedentes (década del 1930), tratando de crear unos estándares muy altos para la selección de los candidatos creyendo haciéndole un bien al juego. Sin embargo el Comité de Reseña Histórica le sigue llevando la contraria incluyendo a peloteros con igual y en muchos casos menos méritos que los rechazados por estos.

No quiero ni por un instante quitar méritos a los integrantes del HOF. Todos y cada de ellos deben estar ahí. Solo me incomoda la auto denominación de este grupo de veladores de la moral e integridad cuando experiencias del pasado y el presente nos dicen que ellos mismos no están aptos para tal designación.