jueves, 5 de abril de 2012

Cuerpo sano en mente sana

Por años, las organizaciones de Grandes Ligas concentraban la preparación de sus prospectos exclusivamente en actividades en el terreno de juego. El desarrollo físico del atleta, al igual que las destrezas mecánicas en cada área individual del juego, se consideraba la parte esencial en el empeño de maximizar las habilidades. Este entrenamiento tradicional del pelotero profesional ha experimentado una transformación en el último lustro.

La máxima cita que dice ‘cuerpo sano en mente sana’, se ha llevado a otro nivel en el béisbol profesional. Se han desarrollado estructuras de trabajo en las organizaciones que llevan nombres tales como el Departamento Cultural, Departamento de Desarrollo Mental y Emocional, Departamento de Evaluación Psicológica, entre otras.

La industria del béisbol profesional ha reconocido la importancia del desarrollo mental y emocional del atleta como parte fundamental para conseguir maximizar las habilidades de sus miembros. Han reconocido la importancia de esta área del INDIVIDUO para poder mejorar al ATLETA.

Aunque por años se ha mencionado su importancia, el que una industria privada como Major League Baseball tome la determinación de invertir millones en este asunto es prueba convincente de los resultados positivos de su práctica.

Inclusive, la estabilidad mental y emocional del atleta se toma bien en serio al momento de invertir millones en contratos multianuales. Se conocen casos de organizaciones que han tomado la determinación de cambiar o simplemente no renovar los contratos de peloteros previniendo deterioros emocionales del individuo.

Estos programas que vienen llevándose a cabo presentan métodos sistemáticos que desarrollan la fortaleza mental del atleta hacia el juego. Les enseñan a utilizar los pensamientos, emociones y acciones cotidianas de manera tal que mejoran su desarrollo como persona, lo cual le ayudará a lidiar con situaciones incómodas y frustrantes durante su carrera.

No crean ni por un momento que las organizaciones de Grandes Ligas se han convertido, de la noche a la mañana, en entes con fines filantrópicos. Los equipos se han dado cuenta de que, si el pelotero aprende a tomar control de su carrera profesional y de su vida privada, esto redundará en beneficio para la organización.

Independientemente de las razones por las cuales las organizaciones han decidido tomar este curso de acción, es un hecho que el área psicológica y emocional del atleta es importante en su desempeño.

Aquí en Puerto Rico, el Departamento de Recreación y Deportes ha invertido tiempo y dinero en programas que buscan la masificación del aprendizaje para el desarrollo del carácter de nuestros jóvenes. Es tiempo de que tanto las organizaciones, equipos, padres, entrenadores y atletas comiencen a prestarle atención a lo que se enseña en estos talleres. Ese aspecto del individuo es de suma importancia para el desarrollo de atletas y, más importante, aún para el desarrollo de ciudadanos con mente sana.

No hay comentarios.: