miércoles, 30 de mayo de 2012

Reflexión sobre el futuro del béisbol insular

El próximo lunes 4 de junio se llevará a cabo el anual sorteo de agentes libres (draft), en donde se tiene la esperanza que de tres a cuatro puertorriqueños puedan ser seleccionados en rondas altas.

Es de conocimiento general la crisis que estamos pasando en cuanto a peloteros puertorriqueños participando en las Grandes Ligas se refiere. Por eso este sorteo al igual que el grupo de talentosos jóvenes ya firmados pero todavía abriéndose camino en las menores nos dan esperanza de que en un futuro no muy lejano, podremos disfrutar de más de los nuestros a ese nivel.

En nuestra historia deportiva hemos visto como los nuestros se han podido abrir paso al mejor béisbol del mundo a pesar de experimentar circunstancias adversas. Me refiero a guerras y otros conflictos bélicos mundiales, recesiones y segregación racial, por nombrar algunas. Aun así vimos como el país, sus dirigentes deportivos y atletas nacionales se las arreglaron para representarnos dignamente en las mayores.

Ver como un Hiram Bithorn y un Luis Rodríguez Olmo nos representaron dignamente a ese nivel en los años ’40 aun cuando el mundo se encontraba en medio de una guerra. Un Victor Pellot Power, Roberto Clemente y Orlando ‘Peruchín’ Cepeda, entre otros, se abrían paso y brillaban con luz propia en los ’50 con toda y la segregación racial en los Estados Unidos. Estos héroes fueron los que dieron pie al ‘boom’ de grandesligas puertorriqueños de los años ’60 en donde alrededor de 25 de los nuestros debutaron a ese nivel durante esa década.

Para este grupo de deportistas puertorriqueños, al igual que los dirigentes deportivos del momento, hubiera sido fácil rendirse y pregonar discriminación y prejuicio contra ellos, y nadie se hubiera atrevido contrariar este argumento.

Es por eso que el que nosotros hoy en día utilicemos este proceso del draft como el pretexto principal de la escasez de peloteros grandesligas puertorriqueños hasta cierto punto disgusta.

Tuve la dicha de compartir con el legendario Victor Pellot Power, una de las mentes deportivas más brillante que he conocido, ambos ejercíamos funciones como scouts buscando talento insular. Nos contaba él, como siempre tenía que viajar en la parte de atrás de la guagua del equipo, sin poder comer en los mismos restaurantes donde comían sus compañeros, y hasta teniendo el repudio y desprecio de muchos de ellos. Lo difícil y penoso que era el exponer sus habilidades ante una fanaticada y prensa hostil ante los atletas de su raza negra. En medio de estas circunstancias Victor Pellot y todos los que en esa época se abrieron paso por las ligas menores y eventualmente llegaron y triunfaron en las Grandes Ligas para orgullo de todo Puerto Rico. Eso era verdadera discriminación.

El proceso del draft es antipático e intimidante para muchos, pero el querer utilizarlo como argumento para la escasez de los nuestros en el béisbol profesional en general pone al descubierto la falta de inventiva y disposición de los líderes deportivos del momento.

Existen soluciones para enfrentar este proceso, el cual lleva más de 20 años con nosotros, el primer paso es entenderlo. Luego desarrollar una estructura que vaya acorde a los términos y condiciones que este presenta. Nosotros los que estamos envueltos en esta industria, junto a los líderes deportivos del país, somos los responsables de echar hacia adelante la nueva generación de peloteros. Basta ya de excusas, el futuro del béisbol insular depende de esto.

miércoles, 16 de mayo de 2012

Pensando ‘fuera de la caja’


Disfrutando uno de los juegos de Grandes Ligas el pasado fin de semana pude ver con detenimiento al lanzador japonés de los Vigilantes de Texas Yu Darvish y realmente es impresionante la calidad de este atleta. No solamente su habilidad física sino también su sentido de cada una de las situaciones del juego.

Esta parte de su juego me llama la atención tratándose de un jugador extranjero donde relativamente hasta no hace mucho tiempo atrás el béisbol apenas se jugaba en su país.

Las Grandes Ligas ha invertido mucho esfuerzo y dinero en internacionalizar el juego, las razones son obvias, entre ellas es el poder expandir los mercados de cobertura de su producto para beneficiarse económicamente. Esta estrategia les ha proporcionado exorbitantes contratos en derechos de televisión, especialmente en el mercado japonés.

En el 2006 lanzaron hasta ahora su mejor idea en su búsqueda de nuevos clientes a nivel global, el ‘Clásico Mundial de Béisbol’.

Por primera vez el fanático podría disfrutar de una verdadera serie mundial de béisbol donde un total de 16 países para ese entonces estarían presentando a sus mejores peloteros en un mismo torneo.

El próximo torneo a celebrarse incluirá un gran total de 28 países, casi el doble de los equipos que originalmente comenzaron. Estarán participando países que hasta no hace mucho el béisbol era completamente desconocido, tales como; Sudáfrica, España, Alemania, Gran Bretaña, Israel, Francia y hasta la República Checa.

Claro esta que como consecuencia de esto la calidad del torneo desmerece, pero quien hubiera pensado que países como Taiwán y hasta el mismo Australia lograran ubicarse como unos de los principales contendores a participar en este torneo.

Definitivamente la habilidad de las Grandes Ligas de mercadear su juego y de pensar fuera de los perímetros de ‘la caja’, entiéndase de lo tradicional y lo ‘dado por sentado’, los ha ubicado como una de las disciplinas más practicadas y vistas a través del mundo, aunque todavía el fútbol sigue siendo el deporte rey a nivel global.

Esta capacidad y aptitud de renovarse y buscar alternativas es la que deberíamos poner en práctica nosotros acá en Puerto Rico.

Con esta globalización del béisbol se han abierto nuevas opciones para las organizaciones de Grandes Ligas en su búsqueda de contratar prospectos, esto sin duda alguna ha sido una de las razones de gran peso por la disminución de peloteros profesionales puertorriqueños. Países como República Dominicana, Venezuela y México han logrado adaptarse a los tiempos. Aquí todavía, luego de más de 20 años de su inicio, seguimos achacándole culpas al Draft.

Es hora de pensar ‘fuera de la caja’ debemos buscar soluciones que vayan a la par con los tiempos. El mundo del béisbol nos esta pasando por el lado y no nos queremos dar cuenta.

miércoles, 9 de mayo de 2012

Irvin Falú, ejemplo de determinación

¿Qué tienen en común estos peloteros? Bob Feller, Bob Horner, Dave Winfield, Jim Abbott, Pete Incaviglia, John Olerud. Ninguno de ellos tuvo que jugar ni un solo juego en las ligas menores antes de ver acción en las Grandes Ligas. Impresionante, si se toma en consideración que la mayoría de ellos tuvieron extraordinarias carreras profesionales.

Por otro lado esta pasada semana uno de los nuestros tuvo la dicha de recibir el llamado de su organización para hacer su debut en las mayores. No sin antes haber jugado casi 1,000 juegos en las ligas menores y esperar 10 años para lograrlo desde su firma al profesionalismo.

Irving Falú, se paro en la caja de bateo el pasado domingo frente a los Yanquis de Nueva York y en el segundo lanzamiento de su primer turno conectó un batazo que describe a perfección la actitud que siempre ha mantenido durante su carrera; determinación y la agresividad necesaria de seguir avanzando hasta que la oposición no se lo permita. Mientras se tiraba de cabeza en la tercera base, muchos puertorriqueños aplaudimos su gesta junto a su familia.

Proveniente de una familia de deportista, Falú no solo hizo sentir orgullosos a sus allegados sino también a todo Puerto Rico pues su hazaña va mucho más allá del hecho de realizar el sueño de ser un grandesligas; su determinación, coraje y valentía ante los obstáculos es un ejemplo a seguir para todos.

Su actuación llego en buen momento cuando muchos jóvenes prospectos puertorriqueños exhibían sus facultades durante el ‘Torneo de Excelencia’ y otros tantos que se quedaron fuera de esta competencia con iguales y hasta mejores habilidades que los que fueron seleccionados esperan con ansias la oportunidad de ser firmados para el profesionalismo. Todos ellos tienen que preguntarse si están preparados para la odisea que les espera si logran incursionar a este nivel.

No todo es color de rosa en el profesionalismo, se necesita la actitud exhibida por Irving Falú para lograr abrirse paso por las ligas menores. Al igual que él, podría mencionar a Edgar Martínez que estuvo siete años en las menores antes de recibir el llamado. Los once años de Andrés Torres, ahora guardabosque con los Mets de Nueva York, doce para Jesús ‘Motorita’ Feliciano y muchos otros. Tiempos de viajar en autobuses a veces por diez o doce horas, con limitaciones económicas, separados de su familia por meses, muchas veces injustamente relegados a un segundo y tercer plano por sus organizaciones ante los que estos consideran mejores prospectos.

Los pretendientes al profesionalismo deben realizar que al estampar su firma el camino difícil tan solo acaba de comenzar.

Mientras tanto tal y como lo expresó a través de su cuenta ‘Twitter’ Christian Colón, otro de nuestros grandes prospectos en el béisbol organizado; ¡Felicidades Irvin Falú, gran jugador y mejor ser humano!