lunes, 18 de enero de 2010

Niveles de Conciencia


En mis 30 años de experiencia en la disciplina del béisbol profesional en diversas facetas, desde jugador hasta dirigente, he tenido la oportunidad de trabajar con cientos de peloteros profesionales. Desde los que están próximos a entrar al ‘Salón de la Fama’, hasta los que no pudieron disfrutar de su ‘status’ de profesional por apenas más de un año. He observado una gran variedad de personalidades y habilidades.

He podido notar en esta travesía que son muchos los atletas que sufren de lo que los sicólogos llaman una ‘falsa ilusión’ de sí mismos. Van desde los ‘ligeramente’ ilusionados hasta los severos.

Esta ‘falsa ilusión’ se refiere a la apreciación que tienen las personas, en este caso los atletas, de las habilidades que tienen para jugar o efectuar alguna acción.

Muchos atletas se ‘ilusionan’ creyendo que son mejores de lo que realmente son, o que trabajan más fuerte o son más dedicados de lo que realmente son.

Esto realmente es un problema con lo que tienen que lidiar los atletas si quieren ‘sobrevivir’ a nivel profesional, y me atrevo decir en cualquier nivel. El atleta tiene que ser realista y aceptar la habilidad que tiene para el juego, sea buena o mala.

Los sicólogos han identificado cinco niveles de ‘conciencia’ para este tipo de comportamiento. El primer nivel de ‘conciencia’ lo llaman el ‘nivel de pobreza, el segundo de ‘trabajo’, le sigue el ‘promedio’, el ‘superior’ y por último y más avanzado es el nivel de ‘grandeza’.

Estos niveles en nada tienen que ver con el aspecto económico de la persona, recuerden que estoy hablando de personalidades.

El nivel de pobreza son los que no esperan nada de sus acciones, no tienen metas. La clase de ‘trabajo’ apenas hace el esfuerzo para hacer un equipo, se conforman con ‘hacer el equipo’, no tienen ningún interés en seguir progresando. La clase en la que cae la mayoría de las personas y por ende la más afectada y peligrosa es la de ‘promedio’.

El nivel ‘promedio’ son los más incongruentes con la realidad. Ellos reconocen que existen niveles superiores de juego. De vez en cuando quisieran mejorar, pero esa idea no dura mucho en sus mentes. Debido a su conocimiento de mejores situaciones, y su deseo inconsistente a ser mejores, son los que más sufren del grupo. En otras palabras, ellos quisieran experimentar mejores actuaciones en el terreno para llegar a sus ‘metas’, pero no están dispuestos a ‘pagar el precio’. Como esta realidad es muy difícil para ellos ‘digerir’, se ‘engañan’ ellos mismos pensando que están trabajando y haciendo todo lo posible para conseguir sus sueños. Lamentablemente la entrega no es completa. Terminan culpando a otros por sus errores, culpan a los ‘coaches’, a los padres, compañeros de equipo, a los ‘scouts’ que no van a verlo, en fin a todo el mundo menos a ellos mismos.

El nivel ‘superior’ es bastante avanzado y consiguen mucho pero caen en el otro extremo. Nunca están conformes con sus actuaciones ni logros. Muchos ‘expertos’ ven esto como algo saludable, pero se ha comprobado que no es así. El individuo debe ser estricto consigo mismo, pero a la misma vez debe auto-felicitarse por los logros que ha podido obtener. De otra forma su longevidad podría verse afectada ya que siempre se está culpando y ‘maltratando’ por no alcanzar la ‘perfección’ ocasionando esto ‘fatiga’ sicológica y en muchos casos ‘fatiga’ física.

Sin embargo, los atletas que caen en el nivel de ‘grandeza’ son brutalmente honestos con ellos mismos. Conocen sus fortalezas y defectos y están dispuestos a mejorar las mismas. Para ellos ‘no hay excusas’ que justifiquen las malas actuaciones que no sea que tienen que practicar más y con mejor calidad. Reconocen que el juego es una extensión de las prácticas. Es por esto que ponen suma concentración y esfuerzo en las mismas. Prestando atención a los detalles de la ejecución y dispuestos a seguir la práctica hasta llegar a la excelencia, no a la ‘perfección’. Quieren maximizar sus habilidades, viven con los pies en la tierra.

Muchas veces los primeros que padecen de esta ‘falsa ilusión’ son los padres de los atletas. Los padres deben ser ‘realistas’ con sus hijos y dejarles saber en ‘donde’ están sus habilidades si quieren subir al próximo nivel de juego. Este próximo nivel pudiera ser el subir de categoría por edades, pasar al béisbol colegial o tal vez al profesionalismo. Aun en el profesionalismo existen los diferentes niveles de juego. Así que les hago un llamado a los padres a que se eduquen al respecto.

La ‘falsa ilusión’ y el ‘auto-engaño’ no tienen cabida en los grandes, sean realistas con sus habilidades. Este es el primer paso, para luego ‘entregarse’ por completo a mejorar las mismas. No existen ‘atajos’ hacia el éxito, la dedicación debe ser completa y REALISTA.

Nota: Aunque comparto mi experiencia en el profesionalismo para nada pretendo pasar por sicólogo profesional. El material aquí expresado son estudios de sicología que se pueden conseguir en textos. El conversar con los sicólogos deportivos de los equipos profesionales me ha ayudado a buscar la forma práctica de estos análisis.