jueves, 9 de febrero de 2012

Señales de humo

El béisbol es un negocio y como tal lo han tratado siempre los ejecutivos de la Major League Baseball. Esta industria billonaria ha visto su valor aumentar de forma extravagante en las pasadas dos décadas. Si tengo que señalar el elemento catalizador más importante en toda esta bonanza financiera ha sido la habilidad de hacer cambios y ajustarse a los tiempos de este organismo.

Innovaciones son la orden del día a nivel de Grandes Ligas tales como la del bateador designado en la Liga Americana desde el 1973 hasta la más reciente, la utilización de cámaras de video por parte de los árbitros para decidir jugadas.

Esta pasada mal llamada temporada ‘muerta’ ha sido una de las más activas de las últimas décadas. Aunque la mayoría de los cambios acordados no se pondrán en efecto hasta comenzada la temporada 2013 indudablemente las transformaciones tanto estructural como operacional del béisbol de Grandes Ligas tendrán un gran efecto a nivel mundial en este deporte.

Los países orientales ya hace tiempo hicieron los ajustes a estos cambios en cuanto a lo que ellos conciernen. Los dos campeonatos consecutivos en el ‘Clásico Mundial de Béisbol’ (2006, 2009) por el equipo de Japón es un ejemplo de esto. La reciente firma del lanzador japonés Yu Darvish por más de $100 millones para el equipo de Texas es otra evidencia.

Otros países como la República Dominicana, para bien o para mal, se han mantenido muy activos ofreciendo resistencia a todo cambio que afecte el desarrollo y la forma de hacer negocios en el béisbol local.

Incluso el gobierno venezolano calladamente se ha involucrado de lleno en el desarrollo del béisbol en ese país.

Sin embargo en Puerto Rico no hemos podido hacer los ajustes necesarios a los cambios fundamentales en la industria. Todos saben del estado económico, funcional y estructural a nivel profesional isleño de esta disciplina. No quiero hacer leña del árbol caído.

El desarrollo de nuestros jóvenes aficionados también amerita la atención de las autoridades si se tiene la voluntad real de salvar este deporte que tanto reconocimiento internacional le ha dado a Puerto Rico.

Aunque el estado actual es preocupante, el futuro no es muy halagador si continuamos en nuestra inercia colectiva en este asunto.

Los cambios que se avecinan a raíz de lo acordado en el nuevo convenio colectivo entre la MLB y la asociación de peloteros que rige del 2012 hasta el 2016 no tan solo tendrán efectos inmediatos a nivel de Grandes Ligas sino también a nivel mundial y local.

Se avecina un draft mundial el cual de aplicarse tal y como se ha propuesto sería el golpe mortal si no actuamos ahora.

La MLB es una industria privada y como tal se esta comportando, siempre buscando maximizar las ganancias de sus miembros. Ya es tiempo que dejemos de estar viendo a esta entidad como nuestros asociados en este asunto porque de su parte lo dejaron de ser hace ya bastante tiempo. Basta echarle un vistazo a las series del caribe donde la ausencia de jugadores de renombres que atraen a los fanáticos es el producto de la desatención de esta organización hacia la Confederación de Béisbol del Caribe.

Necesitamos atender este asunto, buscando iniciativas locales. Si queremos ver el renacer del béisbol en Puerto Rico tenemos que empezar cortando el cordón umbilical con la MLB y desarrollar una relación empresarial con ellos.

Tenemos dos años para hacer los ajustes. La MLB nos está enviando señales de humo ahora nos toca a nosotros el poder leer el mensaje.

2 comentarios:

Rowdy dijo...

Entiendo que debemos de hacer unos ajuste en las ligas infantiles y juveniles pero Edwin en muchas de esas son casos que los mismos jovenes no estan dedicados de lleno. Si a quien le echamos la culpa al sistema o a la industria la realidad es que en los ultimos 5 yrs para aca han habido jugadores con diferente vision, 2012 es uno de los mejores sino el mejor, pelotero como un Beltran es lo que se mueve en 2012. Pero todo lo considero a la dedicacion del pelotero.

Edwin Rodríguez Morales dijo...

Muy bueno y acertado su comentario. Los jóvenes tienen que mostrar más dedicación, entrega y compromiso. Sin embargo esto es una extensión de la sociedad que vivimos, todo lo queremos al instante y muchos no están dispuestos a pagar el precio del sacrificio. Todos quieren gratificación inmediata, no entienden que los sacrificios que hagan hoy con el tiempo verán los resultados positivos. Esto es parte del gran reto que tenemos. Es esencial enseñarles que es un proceso, y como todo proceso toma tiempo.