martes, 6 de diciembre de 2011

Es hora de actuar

El nuevo convenio colectivo entre las Grandes Ligas y la Asociación de Peloteros provee tranquilidad a los fanáticos y a todas las personas vinculadas a esta industria de que por lo menos se jugará béisbol ininterrumpidamente hasta el 2016.

Sin embargo, junto con este acuerdo llegan también cambios significativos, especialmente en lo concerniente al Sorteo de Agentes Libres (draft).

Estos cambios, aunque celebrados por los dueños y el Comisionado de Béisbol, ya que implican economías en el presupuesto, no son del agrado de la gran mayoría de los gerentes generales y mucho menos de todos los encargados de buscar y adquirir talento nuevo para las organizaciones, entiéndase scouts.

Esto es así porque este convenio limita drásticamente el dinero asignado para la firma de los prospectos que se incluyen en el draft y los elegibles a firmar como agentes libres, especialmente los dominicanos y venezolanos.

Aún más, estos cambios sientan las bases para que en un futuro no muy lejano (quizás en el 2014) se implemente el tan esperado Sorteo Mundial de Agentes Libres.

Este movimiento iría en detrimento del béisbol en Puerto Rico, ya que si las organizaciones, especialmente las gubernamentales, no han podido hacer los ajustes en la forma de desarrollar a nuestros prospectos juveniles en 22 años luego que la Isla fuera incluida en el draft junto con Estados Unidos y Canadá, no quisiera ni imaginarme lo que sucedería si tuviéramos que competir en un sorteo con los talentos de República Dominicana, Venezuela, Japón, etcétera.

El insistir vanamente en que nos excluyan del draft no es la solución, ni nunca lo ha sido. Con estos cambios de parte de las Grandes Ligas de limitar el presupuesto total ofrecido a los prospectos, queda demostrado que en todo momento la implementación de un sorteo mundial era la meta del comisionado. Aquí en Puerto Rico perdimos tiempo, energía y recursos para hacer los ajustes a tiempo.

Sin embargo, no es tiempo de lamentaciones ni reclamaciones, es tiempo de acción, y esta acción tiene que ser INMEDIATA. Si se pretende mejorar las posibilidades de que nuestros prospectos firmen u obtengan becas deportivas -o ambas-, se tienen que hacer cambios radicales. No hay tiempo para ajustes “cosméticos”, superficiales, en la forma de desarrollar a nuestros jóvenes.

Es cierto que muchos de estos niños y jóvenes que practican el béisbol lo hacen con la mera intención de divertirse, y así debe ser, pero también son miles los que desde temprana edad tienen como meta el poder llegar a jugar en Grandes Ligas o quizás, cuando menos, alcanzar una carrera académica por medio de esta disciplina. Las organizaciones encargadas de este asunto deben desarrollar una forma efectiva de satisfacer las necesidades de ambos grupos.

El béisbol es una disciplina que requiere no sólo de habilidad física, sino también de mucha técnica depurada. Esta técnica se consigue solamente por medio de la práctica continua en todas las áreas del juego. Ciertamente, jugando un día a la semana es imposible conseguir este nivel de excelencia requerido. Se debe aumentar la cantidad de juegos y la frecuencia semanal de éstos.

Esto tiene que ir a la par con una instrucción adecuada. Estas directrices de parte de sus entrenadores deben estar al día, una información obsoleta que se les brinde a estos prospectos es más perjudicial que ninguna información. En otras palabras, si van a preparar a los entrenadores que trabajan con los nuestros jóvenes, prepárenlos bien.

Por experiencia, sé muy bien que estos entrenadores comunales, los verdaderos héroes anónimos del béisbol en Puerto Rico, están sedientos y en la mejor disposición de aprender. Tenemos que brindarles los recursos. Estos señores son la clave para la masificación del desarrollo de nuestros jóvenes.
El béisbol juvenil necesita cambios, ya caducó el tiempo de presentar soluciones. Se requiere acción YA.

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